En clase de técnica de creación literaria:
Leímos una pequeña gran obra de Gabriel García Márquez:
Tuvimos que hacer una ficha. Así fue la mía corregida y glosada por mi profesor:
FICHA DE TÉCNICA EN
COMENTARIO SOBRE LA
TÉCNICA EN
Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ, El ahogado más hermoso del mundo
EL NARRADOR
tipo de narrador: 1ª o 3ª persona
Narra en general en 3ª persona. Únicamente cuando precisa meterse a fondo en
esa parte del alma sensible y orgullosa del ahogado que es sólo suya, lo hace
en primera persona.[P1]
¿hay uno sólo o más de uno?
Hay un
solo narrador.
hace comentarios o no los hace
Hace
comentarios. Narra y describe. Y comenta:
Era Esteban. No hubo
que repetirlo para que lo reconocieran. Si les hubiera dicho Sir Walter
Raleigh, quizás hasta ellos se habrían impresionado con su acento de gringo con
su guacamaya en el hombro, con su arcabuz de matar caníbales, pero Esteban
solamente podía ser uno en el mundo, y allí estaba tirado como un sábalo, sin
botines, con unos pantalones de sietemesino y esas uñas rocallosas que sólo
podían cortarse a cuchillo. Bastó con quitarle el pañuelo de la cara para darse
cuenta de que estaba avergonzado, que no tenía la culpa de ser tan grande, ni
tan pesado, ni tan hermoso, y si hubiera sabido que aquello iba a suceder
habría buscado un lugar más discreto para ahogarse, (En 3ª persona)
en serio, me habría amarrado yo mismo un
áncora de galeón en el cuello y hubiera trastabillado como quien no quiere la
cosa por los acantilados, para no andar ahora estorbando con este muerto de
miércoles, como ustedes dicen, para no molestar a nadie con esta porquería de
fiambre que no tiene nada que ver conmigo. (En 1ª persona[P2] )
LOS PERSONAJES
¿cuáles son?
El ahogado expósito más hermoso y más sincero del mundo; los
niños que juegan a ser corsarios y balleneros en la playa; las mujeres de los
hombres de la mar y, en lo más profundo de su ser y de su corazón, esposas
amorosas del hermoso ahogado; los hombres de la mar, maridos de sus mujeres,
suspicaces, rezongones y celosos de la hermosura de los ahogados, cuanto más
hermosos son éstos más celosos; las mujeres de los pueblos vecinos, envidiosas
de la fortuna de las primeras, y sus hombres; la joven de juventud recién
estrenada desbordada por la pasión; la vieja compasiva sin pasión y el engalanado
capitán del crucero cruzado su pecho de medallas. (Se adivina a lo lejos en el
tiempo un grupo de turistas[P3] con camisas floreadas.)
¿cómo están construidos, cómo sabemos cómo
son?
¿por la palabra del
narrador, por lo que hacen o dicen ellos mismos, por lo que
dicen de ellos los
demás personajes...?
Por la
palabra del narrador y
por lo que el narrador hace decir al resto de los personajes, incluido el
propio ahogado.[P4]
¿cómo son?
El ahogado es grande, hermoso, el más hermoso del mundo, y bien dotado, muy bien dotado, para regocijo
de las hembras y envidia de los hombres. Su belleza es insolente, tanto que
produce un dolor insoportable en la comparación y genera una rabia[P5] difícil de esconder.
Psicológicamente se sabe que fue tímido y tonto mientras vivió
y un tanto, bastante, provocador después de muerto, muy a su pesar. Él no
quería morir ni mucho menos provocar, pero su buen corazón, su bonhomía, hizo mil
añicos las reservas de los maridos más reticentes y celosos.
Se llama Esteban, aunque la más joven hubiera preferido que se
llamara Lautaro como el protagonista rico y hermoso de la telenovela que le
tiene robado el corazón.
Yo,
personalmente, creo que su nombre es Jonás. En otro tiempo fue gafe. Lo tiraron
por la borda en un lejano mar mientras el barco zozobraba. Vivió en una
ballena. Cuando ésta se cansó de su dolor de estómago lo vomitó cerca de la
playa junto a un pueblo de pescadores. [P6]
Le asustaba la ciudad, sobre todo la gran ciudad. Encontró su
lugar en el mundo entre sus nuevos parientes. Cambió de nombre y murió de
incognito entre ellos. Se sembró en sus corazones y sus casas se hicieron más limpias y
más altas y sus puertas y ventanas se hicieron más grandes y hasta la brisa
entraba y salía por ellas. El agua brotó de las piedras y crecieron las flores.[P7]
Los niños son juguetones, como todos los niños del mundo.
Los hombres son bajitos y menos hermosos. Además son pocos (todos
juntos caben en siete barcas y se conocen las caras): hay poco donde elegir.
Las mujeres, como gallinas en el corral, siempre estorbándose
las unas a las otras (y desde que llegó el hermoso, más).
Los hombres con su lucha interior entre la admiración y la
envidia cochina. Las mujeres con sus suspiros silenciosos: “¡Ay! ¡Quién te
hubiera pillado en otro tiempo!” (el lugar no importa).[P8]
El capitán, engalanado con su cruzado mágico de medallas.
Y Ulises[P9] , cotilla, con los oídos tapados
con cera pero los ojos bien abiertos, perdido como siempre en medio de los
océanos y amarrado al palo mayor de su bajel pirata, temido y bravo. Acostumbrado
como está (adicto, diría yo) a las caricias tiernas de las isleñas, le corroe
la envidia de la suerte del ahogado hermoso. Con eterna vocación de navegante errante,
alejado de su patria por propia voluntad (en esto Homero y yo estamos en
desacuerdo), apurando hasta el último sorbo la copa de la dulce aventura con
tal de retrasar, posponer y postergar hasta el límite de posible y de lo
permitido el obligado regreso a los brazos de Penélope. (A pesar de lo que
dicen los estudiosos de los clásicos sabe que los años no pasan en balde; y esto
también vale para las arañas tejedoras[P10] .)
¿qué nos cuenta el relato?
En un pueblito de pescadores del Caribe unos niños juegan en
la playa. Divisan un bulto. Creen que es un barco, luego una ballena. Es un
ahogado.
Los hombres lo llevan al pueblo. Es grande y pesado. Buscan a
sus parientes por todos lados. No los encuentran. Dicen: “Es forastero”.
Las mujeres lo limpian
y lo lavan. Descubren que es hermoso y bien dotado. Se enamoran de él.
Deciden: “Es nuestro”.
Seguramente aquéllas que conoció en vida se quejaron de que
nunca fue tierno[P11] .
Éstas que le han conocido en muerte y estos que hasta en muerte le han
envidiado pero que han llegado a quererle como a uno de su familia van a
excavar manantiales en los acantilados y a sembrar para que florezcan en él
ramitos de violetas[P12] .
¿Cómo está organizado lo que se cuenta?
De forma lineal en el tiempo. La imaginación y los deseos de
los presentes añaden notas y creaciones extra temporales.
EL ESPACIO
¿cómo está construido el espacio? ¿cómo
sabemos dónde sucede la acción?
El espacio lo conocemos por la descripción que el narrador hace del lugar: Un pueblo de
pescadores situado en lo alto de un promontorio, en un cabo, junto a un
acantilado, en un secarral donde no hay siquiera polvo porque se lo ha llevado
el viento.
¿Dónde sucede la acción?:
En el Caribe.
¿es importante el espacio en este relato?
Es importante el espacio escénico. Podía haber sucedido en
cualquier lugar del mundo pero los requisitos de soledad (cien años) y de aislamiento
que conforman el entorno ayudan bastante[P14] .
EL TIEMPO
¿cómo está construido el tiempo?
¿va todo seguido o hay algún salto atrás o
adelante?
Hay saltos en el tiempo. Está combinado el relato lineal en el
tiempo con lo que la imaginación que provoca el narrador añade a la vida de los
personajes.
Narración
descripción
diálogo
Hay narración y hay descripción. Ausencia total de diálogo
explicito en el texto. Solamente hay una afirmación bien clara, la de la vieja:
“-Tiene cara de llamarse Esteban.”
Y un suspiro:
“-¡Bendito sea Dios: es nuestro!”
Sin embargo, diseminados en medio de la narración, se adivina
el cacareo de las gallinas asustadas picoteando amuletos de mar en los arcones,
escapularios de buen viento y pulseras de orientación (1), para colocárselos al
muerto y mutuamente estorbándose:
-“Quítate de ahí, mujer, ponte donde no
estorbes, mira que casi me haces caer sobre el difunto.”
(1)
Saben
que volverá, tiene que volver, no las puede dejar así, tan desamparadas.
EL ESTILO
frase sencilla o compleja
palabras habituales o selectas
Frases sencillas: De punto a punto y tiro porque me apunto.
Algunas un poco más largas, con descansillos de comas para comer y repostar y
para reposar y respirar el aire cargado
de salitre. En algún momento alguna más larga de lo habitual, interrumpidas con
explicaciones, entre comas, naturalmente, necesarias para el viaje.
Lenguaje sencillo[P15]
y algunas palabras, pocas, relacionadas
con el mundo de la pesca y del lugar.
Hasta aquí
mi resumen. Respuestas breves a preguntas concisas.
A partir
de aquí y ahora comienza mi desvarío:
-------------------------- Cortar por la
línea de puntos -------------------------
Tenía que llamarse Esteban. Y fue santo; San Esteban. Hizo milagros
después de muerto:[P16]
las casas se agrandaron, los techos se elevaron, las puertas se ensancharon,
las habitaciones se limpiaron, las almas se hicieron también grandes y
amorosas. Todo por si volvía (volverá, estoy seguro).
No murió lapidado como el primero, el primer Esteban, no había
piedras, ni siquiera arena, todo lo más polvo que sólo se levanta del suelo con
la brisa cuando ésta raramente se toma la molestia de asomarse de visita fugaz
y por compromiso por el lugar. Murió ahogado. Murió ahogado en el mar.
O tal vez no; tal vez cuando cayó al mar ya estaba muerto,
ahogado. Porque hay muchas formas de morir y muchas formas de ahogarse.
Se puede morir uno de un infarto, de un ictus, de viejo, de
aburrimiento, de muerte natural, de risa e incluso de vergüenza. Esteban
posiblemente murió de vergüenza. Pero antes de morir se ahogó. Porque hay
formas de ahogarse y no morirse.
Se puede uno ahogar con una espina del pescado, con un trozo
pequeño del hueso del pollo mal cortado, con un bolo de pan que no pasa por el
caño estrecho de la garganta o por la palabra que se atasca en el desfiladero
ocupado por el grito de estopa.
Esteban era el ahogado más hermoso del mundo pero no sabemos
de qué se ahogó. Sólo sabemos que apareció en la playa, que unos niños
recogieron su cuerpo y que jugaron con él a ser piratas y cazadores de
ballenas. Uno de ellos, el líder del grupo, seguramente jugaría a llamarse Acab[P17] .
Yo personalmente creo que Esteban se ahogó porque se le
atragantaron las palabras, que se le ahogó el grito primal en la garganta, que
su verdadero nombre era Jonás, que escapó de Nínive, que desoyó su vocación, la
orden interior profunda y severa del que manda, que se le hizo grande,
demasiado grande, insalvable, su profesión y su oficio de profeta. Y huyó. Y
eso, huir, trae mala suerte. Por eso le lanzaron por la borda al mar. Por gafe.
Una ballena compasiva, sin embargo, le recogió en su vientre.
Bendito sea su vientre. Tuvo tiempo de reflexionar y cuando por fin le vomitó
en una playa idílica del Caribe él, Esteban, él, Jonás, retomó y recondujo su
trabajo negado e interrumpido en otro tiempo por su mala cabeza y pudo por fin concluirlo.
No fue Nínive, la ciudad grande y perversa la gran beneficiada, sino una
humilde aldea de pescadores y su afortunada comarca.
El capitán del crucero, probablemente el mismo que siglos
antes le lanzara por la borda para evitar que su nave zozobrara, cargado ahora
de medallas, señala con empaque y con el dedo el promontorio lleno de rosas
desde cuyo acantilado lanzaron por última vez su cuerpo al mar, y explica en
catorce idiomas a los turistas asombrados: “Aquel es el pueblo de Esteban”.
Esteban, Jonás, volverá algún día a reconocer y a abrazar a
sus parientes y amigos cuando termine alguno de los muchos trabajos comenzados
que dejó pendientes sin acabar… en otras playas… a orillas del mar…
-------------------------- Cortar por la
línea de puntos -------------------------
Julio Fidel Díez Reinares
Esta ha sido mi interpretación de la historia de “El ahogado más hermoso del mundo”. Yo sé que hay otros que la han contado y cantado a su manera. No quiero afirmar que la mía sea la correcta ni la mejor ni la única. Todo lector es un traductor que reescribe lo que lee en un color y en un idioma distinto. En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira. Para muestra y comparación he aquí otro botón:
A mi papa el
chocolate le pagaron su salario
y sin pensarlo
dos veces salió para malgastarlo,
una semana de
juerga y perdió el conocimiento
como no volvía
a su casa todos le daban por muerto,
y no estaba
muerto no, no y no estaba muerto no, no,
y no estaba
muerto no, no, estaba tomando cañas, lerelele
y no estaba
muerto no, no y no estaba muerto no, no,
y no estaba
muerto no, no, chevere, chevere, chévere,
pero al cabo de
unos días de haber desaparecido
encontraron uno
muerto, un muerto muy parecido,
le montaron un
velorio y le rezaron la novena,
le perdonaron
sus deudas y lo enterraron con pena,
y no estaba
muerto no, no y no estaba muerto no, no,
y no estaba
muerto no, no, estaba tomando cañas, lerelele
y no estaba
muerto no, no y no estaba muerto no, no,
y no estaba
muerto no, no, chevere, chevere, chévere,
pero un día se
apareció lleno de vida y contento,
diciéndole a
todo el mundo eh! se equivocaron de muerto,
el lío que se
formó eso sí que es puro cuento,
su mujer ya no
lo quiere, no quiere dormir con muertos,
no estaba
muerto estaba de parranda, (bis)
a mi papa el
chocolate, le pagaron su salario
y no estaba
muerto no, no y no estaba muerto no, no,
y no estaba
muerto no, no, lerelele lerelé
|
Miguel Angel: Ha sido un placer tenerte como profesor. Ha sido
un placer tenerte como lector de mis desvaríos. Ha sido un placer recibir mis
trabajos obligatorios, en modo alguno obligados, a vuelta de correo con tus
glosas, que le dan a los mismos un acabado, un valor añadido, que el original
no tiene.
Ha sido un placer tenerte como profesor y amigo.
Julio
[P1]No: una cosa es narrar y otra focalizar o ver a través de alguien o
meterse en su interior. El narrador es 3ª persona
[P18] Desde luego que sí.
Muchas gracias por tus palabras, tan
cariñosas.
Espero que a lo largo de estos meses-años
se me haya notado que tengo más afecto a las personas que a la literatura ¡que
no es poco! O, dicho de otro modo, que la literatura no es más que una excusa
para estar con vosotros.
Un abrazo.
SOBRESALIENTE 10
Tanto por el comentario “técnico”, como por el “creativo”
4 oraciones en las cuales se evidencien los distintos puntos de vista del narrador
ResponderEliminarEl Capitán lo sabe:
EliminarSe ahogó porque se tragó un
pendrive donde tenía guardados escritos sus más de veinte poemas de amor, su oda y su romance, aquellos en los que defendía la belleza sin par y sin rival de su musa inspiradora frente a ese otro caballero andante que se atrevió a ponerlo en duda y con quién se batió en duelo por cuestión de gallardía y hermosura.
El Capitán lo sabe y tú también.
El Capitán calla; no quiere revivir al muerto. No quiere quiere más peleas ni motines en su barco velero bergantín. No quiere dejar ya más que el ahogado se desahogue.
El Capitán lo sabe. Si aún lo dudas, pregúntale.
narra los funerales desde el punto de vista de Esteban, en primera persona protagonista.
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