FICHA DE LECTURA DE EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE SAN JUAN
Shakespeare, padre de
Hamlet, Macbeth y Otelo, abuelo de Romeo y de Julieta, agente de comercio de El
Mercader de Venecia, bufón en la corte de El Rey Lear, consejero y mozo de
cuadras de Ricardo III y compadre de Las Alegres Comadres de Windsor, tuvo una
noche un sueño tras una larga jornada de caluroso estío mientras echaba la
siesta en la apacible hora sexta, entre la tercia y la nona, bajo un árbol
solitario donde a diario la chichara afinaba su serrote y su violín.
Cuando, dormida ya la
mona, se despertó por fin dijo para sí en un inglés impecable:
“I had a dream”.
“El
Sueño de una noche de verano”
CONTEXTUALICACION
Boda. Fiesta de baile
por parejas, según su clase social, su condición y su casta y la densidad de
sus moléculas:
Teseo, duque de
Atenas, vencedor del Minotauro en el laberinto de Creta e Hipólita, guerrera reina
y madre de las amazonas, vencida en todos los frentes y campos de batalla entre
la sabana y el páramo por la espada triunfadora de Teseo y empeñada en sucumbir
de nuevo ante el ataque mortal de necesidad por el deseo insaciable del duque entre
las sábanas del tálamo nupcial.
Oberón, duende,
príncipe de duendes, y Titania, reina de las hadas, etéreos concursantes,
evanescentes, insoportablemente leves, confusos, difusos… y tramposos.
Egeo, padre de Hermia y
defensor de los derechos humanos, sus derechos (los suyos propios, no de los de
su hija).
Tramoyistas,
saltimbanquis, carpinteros, ebanistas, caldereros, costureros y el flautista de
Hammelín, chapuceros, operarios de los más varios oficios necesarios sin otro
beneficio que el aplauso y un penique, divertidos por burlados, despreciados,
deslucidos, deslavados, aburridos, denostados, desahuciados, manirrotos… y olvidados.
Séquitos varios que se
quitan de en medio cuando hay trabajo que hacer pero que nunca se quitan cuando
hay diversión de por medio. Corte de complacientes y aduladores sirvientes.
AUTOR Y ÉPOCA
William Shakespeare, el Bardo de Avon, dramaturgo, poeta y actor inglés,disfrutaba destrozando clásicos, como mi
amigo Claudio.
Mi amigo Claudio disfrutaba destrozando clásicos,
especialmente a William Shakespeare.
Todas las comadres de Stratford-upon-Avon,
Warwickshire, Reino Unido acudieron al
estreno de la primera aparición pública del futuro Bardo tal día como un
26 de abril de 1564 y su entrada en
escena ya fue apoteósica. Aplaudieron a rabiar. Se había corrido la voz por
toda la campiña inglesa la fecha y el lugar del asombroso acontecimiento.
Merlín, el Mago, lo había anunciado por activa y por pasiva, como la Estrella
en Belén anunció 1564 años antes exactamente, (en esto de las predicciones hay que ser muy exacto, no bastan
aproximaciones.) la llegada de un nuevo Mesías que tampoco tuvo padre
terrenal conocido:
“¡El 26 de abril nacerá el Bastardo!”.
El alguacil Benito, oficio al que
entonces se le llamaba “heraldo”, lo
proclamo trompetilla en mano. Se
corrió la voz alquería en granja, de portal en puerta, de boca en oreja y, como
suele suceder cuando el cartero no es uno solo desde el origen de la noticia
hasta el consumidor final, el mensaje quedó devaluado:
“El 26 de abril nacerá el
Bardo”.
Este fue el
origen, el motivo y la razón de su sobrenombre, EL BARDO, por el
que fue conocido en los ambientes teatrales.
Hizo mutis por el
foro un día tal como el 23 de abril de 1616, según el papa Julio, y un 3 de
mayo del mismo año, según el papa Gregorio. En esto, como en otros muchos
asuntos, la iglesia católica, como la anglicana y como los partidos políticos, también
está sometida a divisiones y disensiones internas[U4] .
COMENTARIO DE LA
OBRA
¿Cuáles son los
conflictos entre los personajes?
Brebajes, mejunjes,
burbujas, pócimas milagreras y milagrosos
potajes.
Cupido se bebió de un
solo trago y con los ojos vendados la copa que estaba destinada para el buche
de Baco. Se agujereó su carcaj, las saetas se le doblaron, el arco se destensó
y aunque apuntó con firmeza hacia el corazón que tenía encomendado, dibujado a
mano alzada en el mapa de su alma erótica de Celestina cortesana, donde quiso poner
puso el ojo y puso la flecha pero el ojo estaba bizco, o birojo, por efecto del
brebaje traicionero cosechado en una viña en el otoño para la fiesta del dios de la Vendimia. (Pócima que en Roma llamaban
vino y en la Grecia de Pericles y Herodoto, que eran de porte más fino, solían
decir que su nombre era El Elixir de Dionisio. Pero tanto da que monta tanto: igual
de borrachos era el dios griego como el romano y tanto les daba al uno como al
otro tomarse el potaje en jarra como en vaso, en copa de bohemia como en dorado
copón, en bota o en porrón o directamente de la espita.)
¿Cómo son los personajes?
Los personajes
pertenecen a mundos distintos y paralelos pero todos tienen un denominador
común: el enamoramiento y la pareja.
Distintos planos se
superponen: El de los seres mitológicos, el de los habitantes de los bosques,
el de los amantes jóvenes y el de los bufones actores de teatro, parias
desposeídos y proletarios[U8] .
Elementos cómicos de
la obra: la risa, la alegría, la malicia
La risa, la alegría,
la malicia, la sonrisa, la ironía son elementos que surgen como ondas inconscientes
desde el fondo de la trama como se eleva la espuma por encima del nivel de la
sobria seriedad cuando las olas el mar chocan contra el acantilado o como
brotan las chispas bajo el golpe del martillo contra el hierro en la Fragua de
Vulcano.
Berto Burlón, el
duende, se burla y se divierte con las trampas de su oficio.
Teseo e Hipólita
disfrutan en las Bodas de Canaán con los intentos inocentes e infantiles y las
meteduras de pata de los cómicos de la lengua.
La risa, la alegría y
la malicia, como tres hijas lozanas de un rey escapadas de un cuento, danzan y se
contonean en el baile sin límites ni complejos, tras los actos nupciales y el
ágape.
El rey padre de mi
cuento y el duque desposado y la amazona se solazan y regocijan con el espectáculo. En un segundo plano más
inasible y etéreo Oberón y Titania, con la tranquilidad y la seguridad que da
saberse invisibles, sonríen[U9] .
Los comediantes que
pretenden divertir lo consiguen a su pesar, como divierte la inocencia del niño
que cuenta su chiste nuevo recién descubierto. ¡Inocentes criaturas! ¡Son como niños! (al igual que algunos políticos[U10] ).
Los enamorados y
enamoradas sufren y padecen embriagados por el elixir que les administran los
duendes, por las luces vagas de la luna mentirosa[U11] , y
cuando por fin acaba la obra saludan y doblan su reverencia sabiéndose los
principales protagonistas ufanos y orgullosos. Acogen con gusto el aplauso del
público pero tendrán que esperar hasta la noche en casa para ver en la moviola
la obra reproducida porque ellos durante el espectáculo, ¡pobrecitos!, no se han enterado de nada.
Algo así me temo que
nos esté sucediendo a muchos de nosotros con nuestra vida en el gran teatro del
mundo para saber en realidad qué pasó durante la representación. Tendremos que
acudir también a la moviola. Algunos le llaman a este aparato “el juicio final”.
¡Malditos duendes!
Realidad y magia
Como en la vida misma.
Toda la vida, la vida de cada uno, cada vida, está sometida a las reglas
asombrosamente entrelazadas de la realidad y de la magia. De hecho sólo hay una
regla y distintas maneras de verla, un solo maniquí y distintas vestiduras, un
solo esqueleto y distintas carnes, distintos cuerpos y distintas almas. “Sincronicidad” le llaman.
Teoría del universo
multidimensional.
Cuando Jung acuñó este
término para explicar que las cosas suceden simultáneamente y en varios planos
a la vez éstas ya llevaban bastantes siglos y alguno más funcionando a nivel
experimental sin que nadie, que a mí me conste, se atreviera a darle un nombre o a explicarlo, por más que las
cosechas de frutas del árbol de la ciencia del conocimiento ya andaban
pudriéndose, caídas por el suelo, sin que nadie las recogiera.
Como capas de una
cebolla, como los universos paralelos que Dante cruzó en su excursión cultural a
los infiernos, al purgatorio y al cielo, como las órbitas de los planetas
girando en torno al sol o los coros de electrones bailando alrededor del núcleo
protagonista del átomo minúsculo, así se superponen las diferentes visiones y
las acciones de los distintos grupos de intérpretes, actores simultáneos de
mundos como espejos reflejados entre sí.
Y en este universo
cada uno ve las flores y el arcoíris de un color distinto:
En este mundo traidor
nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira.
Alguien escribió esto,
un poeta sería, digo yo, en otro tiempo y en otro lugar para que yo lo copiara
y lo pegara como piedra de esquina o de rincón en mi ficha literaria y otro con
igual empeño, creo que fue Calderón, dijo con harta fortuna que toda la vida es
sueño y los sueños… sueños son[U12] .
Y yo sueño con que
escribo mientras vivo; y sueño con que vivo mientras describo mi sueño; y trato de descifrar si es mentira o es
verdad que mi mentira es un cabo suelto de la verdad, como Sabina decía, o si
mi verdad se esconde en la farsa del ensueño o en el sueño de una farsa de una
noche de San Juan hábilmente entretejida por las manos laboriosas una araña tejedora
de mente lasciva y turbia entre la urdimbre y la trama de un fino paño de lino,
de una alfombra de arpillera, de una esterilla de lana, de áspera lona o prieta
pana, en un telar universal de múltiples dimensiones y donde el uso del huso y
de la rueca y del telar corresponde tanto a duendes alfareros, como Oberón y Titania,
como a condes duques y a otros mitos de la historia y la leyenda, como Hipólita
y Teseo, o a los humanos deseos y a las divinas pasiones con que aderezan sus
guisos los sufridos corazones de los que aún no están muertos porque todavía siguen
vivos en este valle de risas, sonrisas y lágrimas…
Agradezco al camarero la
bondad de que hizo gala cuando me sirvió, llenándome a rebosar de tinta el
tintero donde se moja la pluma con que suscribo este texto y en el que se bañó en
otro tiempo en buena hora la caña de faisán del monje que copió en carácter
redondilla cien veces y sin faltas de ortografía, sin que ello fuera castigo
impuesto, las cien voces del dictador que cien veces le dictó “El sueño de una
noche de San Juan”.
Noventa y nueve copias
se perdieron por los recodos de la historia o se quemaron en las lumbres de los
hogares para ahuyentar de la cabeza al miedo y para espantar del corazón al
frío y a los pesares. Solo una quedó, que se sepa: es ésta que tengo yo entre
mis manos y que aquí y ahora leo y releo y que para mí la guardo.
“Hay un sueño soñándonos”
(Cita recogida en
alguna parte que no consigo recordar dicha por alguien cuyo nombre he olvidado.
Así adquieren el carácter de anónimo las frases célebres que un día a alguien
se le ocurrió fustigado por un latigazo de brillantez. Dicho sea de paso, yo
tengo ya la espalda, por esta causa, como la de un picado de San Vicente el día
de Viernes Santo.)
¿Qué es el amor en
esta obra?
Entre enamoramiento y
amor hay una mayor proporción del primero frente al segundo. Con los
enamoramientos juegan los duendes con sus jugos de violetas. El enamoramiento
es junco débil que se dobla ante el empuje de suaves brisas. El amor es tronco
fuerte de árbol milenario que soporta el embate de vendavales y huracanes[U13] . Hay
enamoramiento en las jóvenes víctimas por los influjos lunáticos manipulados
por los habitantes huidizos de los bosques. Hay amor en Teseo e Hipólita que
quieren que el que unió sus corazones en tantas batallas impregne de su
grandeza a los que se cobijan bajo su árbol o su paraguas.
Incluso hay amor en Shakespeare
cuando da cobijo en su obra a actores mediocres de la compañía rival, dándoles
espacio y tiempo en su sueño aunque sea como tramoyistas vanidosos, ampulosos y
ridículos. Se nota que les profesa un cariño especial, del estilo del que
siente Gila por el enemigo cuando le llama para que paren un cuarto de hora la
guerra, si es posible, porque se les ha
atascado la cabeza del sargento en el cañón. En éste caso es cosa de soldados.
En el primero es cosa de actores. Entre gremios y profesiones se lo cuecen y se
lo guisan.
El enredo amoroso
En esto no se mató
mucho la cabeza este novel autor de comedias. No se estrujó demasiado la mente.
Se fue al rincón del vago y copió y pegó:
“Chico 1 quiere a chica 1.”
“Padre de chica 1 detesta a chico 1 porque tiene para su
hija un partido mejor: chico 2.”
“Chico 2 se apunta al carro porque padre de chica 1 es un
buen partido económico para su arcón, bajo de reservas.”
“Chica 2 quiere a chico 2 pero chico 2 pasa de chica
2.”
“Aquí comienza el conflicto. Sube la tensión.”
Hasta aquí todo
normal. Se habría resuelto el problema de la manera más civilizada: Duelo a
muerte entre chico 1 y chico 2, a pistola o a espada según época o conveniencia
del desenlace final o según disponibilidad de estos utensilios entre los
atrezos. Al que conviene matar se le mata y al que se le quiere perdonar la
vida se le perdona. En decidir a quién de los dos se salva o se elimina suele
influir bastante la relación afectiva, amorosa y extramatrimonial entre el
productor de la obra y la prima donna.
Pero lo que no estaba
previsto es la aparición de personajes a quienes no se puede matar fácilmente
por varias razones:
Una es porque están ya
muertos y matarlos dos veces es una redundancia salvo que lo que se pretenda
sea rematarlos.
La segunda es porque
son leves, etéreos, hechos de una materia que no pesa y son inmunes tanto a las
balas como al pinchazo de la punta del sable.
La tercera es porque
son mitos y los mitos, de la misma manera que el criminal nuca gana, nunca
mueren.
Con la aparición de
estos nuevos factores la comedia que se desarrollaría en un plano bidimensional
con visos de convertirse en tragedia, donde no faltaría ni la muerte de los
teloneros además del apuntador que siempre muere, aunque sea el último, en
estos casos, se salvaría gracias al descubrimiento de nuevas dimensiones: la
tercera… la cuarta…la quinta… y así sucesivamente.
Si Sófocles en su amada Atenas hubiera tenido acceso a estas
técnicas infalibles habría podido brindarle a su querido Edipo nuevas vías de
escape para perderse de vista sin necesidad de perder la vista[U14] .
La belleza verbal
de la comedia
Y el verbo se hizo carne.
Según es el verbo así es la carne. Si el verbo es refinado, refinados son los
personajes como dioses en el parnaso. Si basto y burdo y chafardero y confuso,
igualmente los personajes se confunden y se expresan de modo ininteligible[U15] por
más que se empeñen en lo contrario, atravesando amplia y cumplidamente esa fina
o gruesa línea que divide lo sublime de lo ridículo. Los actores del teatro
dentro del teatro de la compañía que ameniza las bodas de Teseo e Hipólita
cumplen sobradamente con esta característica.
El teatro dentro
del teatro
Y el sueño dentro del
sueño.
Como en la película de
Buñuel, “El discreto encanto de la burguesía”.
Uno cree que es el
soñador que sueña, el protagonista del sueño y de su propia vida y resulta que,
a la larga, sólo es una comparsa, un elemento del sueño de otro que a su vez se
cree el protagonista de su propio sueño y de su historia mientras que es
también únicamente paisaje y telón de fondo del sueño de un tercero.
Y de hecho somos todo
ello al mismo tiempo, soñador y sueño, igual que tú y yo ahora, en este
instante, yo mientras escribo y tú que ahora me lees.
¿A quién pertenece este sueño?
EXPERIENCIA DE LECTURA/ OPINIÓN PERSONAL SOBRE LA OBRA
Facilidad/dificultad
de lectura: ¿por qué crees que ha sido así?
La facilidad o la
dificultad de la lectura dependen también del día y del momento, y como el
estado del tiempo es también variable e inestable.
Cuando se lee una obra
hay que tener presente que la obra te está leyendo[U16] . Es
un juego de espejos. ¿Quién lee a quien? ¿Quién mira a quien? ¿Quién está
dentro y quién está fuera?
Como en la vida misma,
los acontecimientos que creemos exteriores están sucediendo simultáneamente
dentro de nosotros, de uno mismo, el mirón, el observador, el crítico.
Cuando se cae el muro
de Berlín y se derrumba la Unión Soviética reaparece el Titánic para
estrellarse de nuevo contra un nuevo iceberg mientras los pequeños barquitos
que navegan por los procelosos mares de la bañera de nuestra personalidad se
hunden chocando contra los hielos del Dry Tonic. Lo mismo sucede cuando unas
torres gemelas son abatidas por el rayo, cuando vomitan lava y humo y cenizas
las entrañas de la tierra en una isla balneario o un terremoto provoca un
tsunami que provoca un desastre nuclear que provoca…
Cuando leemos un
libro, cuando escribimos un cuento o una carta, cuando aplaudimos un verso,
cuando damos un abrazo o degustamos un beso, cuando pensamos en alguien y le
recordamos, cuando usamos la oración para suplir a la carta y al cartero y al
mensajero damos vacación, cuando escribimos un diario para que nadie lo lea,
cuando después aceptamos que la mirada curiosa por encima de tu hombro conozca
todos tus secretos y uno más, cuando[U17] …
Aspectos o pasajes
más interesantes para ti y el porqué
En el sueño de
Shakespeare y en mi sueño, que es mi vida, y en mi vida, que es mi sueño, en
esta obra de teatro, los actos se superponen y los mundos de distinta densidad
interaccionan entre sí como en la vida misma, como si un solo y único proyector
proyectase una única película en varias pantallas paralelas superpuestas y
concéntricas como las capas de la cebolla, como las esferas del cielo, el
purgatorio o el infierno o como los pasillos o caminos de un laberinto circular
donde los cruces y las puertas son puentes que un ingeniero pontonero
construyó y un pontífice celoso mantiene
para ensamblar analogías y tender por ellos el hilo conductor que Ariadna le
prestó a Teseo.
Valoración justificada tuya: (obra buena, mala,
atractiva, repelente, actual, desfasada… y el porqué de nuestras opiniones)
Hay obras que están escritas
para un momento circunstancial determinado. Aún así, teniendo en cuenta que los
seres humanos nos repetimos constantemente, a pesar de los intentos de Darwin
por hacernos cambiar, al igual que los seres feroces (el tigre se repite cada
día saliendo a cazar una gacela nueva sin acordarse que ya lo hizo el día
anterior ¡qué mala memoria!), no debemos considerar desfasada ninguna obra y
menos ésta que toca fibras y mundos internos que permanecen más allá de las
tumbas que cava con sus cazos de azada la noria del tiempo.
En resumen:
Obra bastante buena. Este chico promete. Se hablará de él.
SOBRESALIENTE 10 (PARA SHAKESPEARE Y PARA TI), POR LA
CREATIVIDAD, LA ORIGINALIDAD Y LAS GANAS.
(¡Mi Reino por un caballo!)
Otros asuntos…
No es una jaca jerezana ni un caballo angloárabe, pero a mí
me servirá. Tampoco tengo tanta prisa por salir huyendo. Se llama Platero y me
lo ha prestado un amigo. Es pequeño, suave, tierno y peludo. Me espera un largo
viaje. Tengo que estar el domingo en Jerusalén.
Lo dejo suelto y
se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene
a mí, con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en un no sé qué cascabeleo
ideal.