lunes, 23 de marzo de 2015

Edipo Rey.

FICHA DE LECTURA                                                                                                
Julio Fidel Díez Reinares



EDIPO REY

Autor: SÓFOCLES (491-406  a. de C.)
Época: ÉPOCA CLASICA, en el esplendor de la cultura helénica.


Comentario de la obra:

EDIPO: 

Representa el arquetipo de la búsqueda de uno mismo. Ante lo desconocido de nuestra sombra uno puede optar por dos caminos: huir y escapar de de nuestra parte más oculta y oscura o enfrentarse a ella con todas las consecuencias.

El primer camino, el fácil, es por el que optamos de manera habitual el común de los mortales dejando para otros, o para más adelante, la tarea de resolver los conflictos que se nos presentan.

El segundo camino, mirar de frente a la causa de nuestros miedos, supone un doloroso cúmulo de descubrimientos obligados, no queridos y en último extremo negados.

Hay un cuento con sabor oriental que habla de la Verdad Plena, cuyo valor en el mercado es la imposibilidad de disponer de un solo momento de descanso. Preferimos verdades a medias para poder disfrutar de algún reposo en los oasis que también nos ofrece la vida.

En la antigua Grecia el protagonista de la tragedia afronta ese encuentro con la Verdad Plena aún a costa de su propia desgracia.

El espectador, en cambio, sale renovado con un coste muy reducido: el módico pago de una entrada.

Edipo sufre por ellos para que ellos puedan calmar sus angustias. Como Rey que es de su pueblo ésta es su obligación y no le queda otra opción. A esto los griegos llamaron Catarsis.

Quinientos años más tarde, en otro contexto cultural, otro Rey cuyo Reino tampoco es de este mundo hace algo similar. A esto otros llamaron Redención. ¿Será lo mismo?

En la actualidad, en nuevos teatros de arena, a las cinco de la tarde, la hora de la verdad, un solo hombre se enfrenta a la verdad mientras los coros vitorean.  ¿Será lo mismo?


ELEMENTOS QUE HACEN DE ESTA OBRA UNA TRAGEDIA:

El desarrollo está marcado por lo inevitable. No hay escapatoria posible. La huida lleva al protagonista al encuentro con su destino trazado aún sabiendo de su existencia de antemano.

Precisamente con su propia huida está forjando los elementos que hacen posible que ese destino se ejecute.

En el intento de escape y precisamente por la rebelión ante ese desenlace no aceptado Edipo pierde la conciencia de su camino. Creyendo haberse librado de él se precipita en el abismo con la alegría y la arrogancia del ignorante.


EL CONFLICTO DE EDIPO: ¿cuál es?¿por qué se produce?

Edipo ha derrotado a la esfinge. Es rey de su pueblo. Su pueblo espera todo de él. Está obligado a dárselo. Él quiere dárselo. Quiere hacer justicia.

Cuando descubre que él mismo es el autor de la muerte de su padre para quien ha impuesto el duro castigo tiembla.

Su acto ha sido involuntario pero el hecho es real: ¿es culpable o inocente?


EL ENFRENTAMIENTO ENTRE LOS PERSONAJES: ¿entre quienes se produce?, ¿por qué se da?, ¿cómo son?

El más duro enfrentamiento es con su cuñado, Creonte. Aceptar la verdad que se va haciendo evidente por momentos es algo muy duro. Edipo necesita un chivo expiatorio, una víctima que pague por él. Lo busca allí donde haya el más mínimo indicio que le libre de tener que pagar por su culpa. Tiene que hacer justicia pero, si es posible, que “pase de mí este cáliz”, que sea otro quien se haga cargo de soportar el enorme peso de esa justicia.

Yocasta, su esposa y madre, se da cuenta de la tragedia que se avecina antes que Edipo. Edipo, todavía ignorante, acosa con rabia a todos en sus interrogatorios. Yocasta lo elude y le conmina a que lo deje, que no insista. Va directo a su fin y no hay nada ni nadie que pueda evitarlo. Ella lo ve y no puede hacer nada. Se siente impotente.


LOS DIALOGOS: ¿cómo son?, ¿largos o breves?, importantes o intrascendentes?, amistosos o tensos?

Los diálogos son breves y tensos con todos los personajes salvo con Corifeo portavoz del coro. Todos son importantes. En momentos determinados son cruciales, puntos de inflexión, de choque, de cambio cuando aportan un nuevo descubrimiento, el paso a una nueva situación cada vez más cerca del desenlace final.

Creonte representa la rectitud e impecabilidad más auténtica, la conciencia más profunda y crítica de Edipo y, tal vez, del propio Sófocles: 

"¿Cómo no voy a decir la verdad si es mi mejor amiga?"


EL PAPEL DEL CORO EN LA TRAGEDIA: ¿Qué aporta el coro? ¿a quién representa? ¿cuál es su postura en el conflicto?

El coro representa el alma del pueblo, la conciencia colectiva que avisa a Edipo Rey para que sus decisiones sean acordes con ese espíritu colectivo. También es la moral colectiva a cuyo servicio se supone que debe de estar Edipo y defender sus valores.


EXPERIENCIA DE LECTURA: Cada nuevo descubrimiento por el investigador, juez y verdugo y al final reo, rey Edipo, supone un salto en diente de sierra como en esa respuesta del pastor  que le hace evidente sin opción a dudar: 

“Tú eres el asesino del hombre cuyo asesino buscas”.


OPINION PERSONAL SOBRE LA OBRA: Es una obra que leyéndola te conduce por los vericuetos de nuestra propia mente y psique por los que nos queremos escapar de nuestro destino. Te mantiene acorralado.



LA METAMORFOSIS. Ficha de lectura de corregida y comentada.

El 24/02/2011 14:00, Julio Fidel escribió:
Entrego en el fichero adjunto mi trabajo de FICHA DE LECTURA DE LA METAMORFOSIS.

UNIVERSIDAD DE LA EXPERIENCIA. MODULO 1.
Julio Fidel Díez Reinares.



Hola,Julio
Te adjunto la ficha con algunos comentarios (elogiosos).
Saludos.
Miguel Ángel



Ficha de lectura de La Metamorfosis
Franz Kafka       (Rep. Checa, 1883-1924)

Escritor judío en lengua alemana, hijo de un comerciante de clase media, bajo dominio del imperio austrohúngaro. La personalidad del padre pesó como una losa en su vida y en su obra. La tradición judía también. El patriarcado, el peso de la tradición, el sentimiento de culpa y de pecado. Escritor en alemán entre checos, judío entre cristianos, gallo en corral ajeno, honra de padre y madre, el peso de la herencia, el peso de las deudas heredadas y, entre ellas, la del pecado original. Demasiada carga para un burro tan pequeño[U1] .

“Los muertos están en cautiverio y no nos dejan salir del cementerio” (Serrat)

Pero el burro es rebelde, no como Platero. Lo que no puede hacer la fuerza lo consigue la pataleta y la ironía.

Hay demasiado de Gregorio en Kafka y de Kafka en Gregorio[U2] . El temor al padre, el amor a la madre y a la hermana, el sentimiento de protección excesivo hacia la familia, casi mesiánico, la mezcla de temor y consideración hacia el progenitor a pesar de que éste nunca le valoró en su justa medida, con la consiguiente pérdida de autoestima, hasta el  punto de convertirle en bicho primero y después en cosa. Ni siquiera cosa de adorno sino trasto de rincón de trastero.

La asfixia y la claustrofobia tanto familiar como de la sociedad que le rodea es insistente. Son años pesados y espesos, de una densidad agobiante, como la de una pesadilla tras de una copiosa cena mal digerida.
Oficinista, ante quien la figura del jefe se levanta imponente, sumándose a la del padre, desmesurada ya de por sí, y a la de las múltiples autoridades patentes y presentes como las representadas por los militares austriacos. A esto debería añadirse la probable influencia de los rabinos y otras autoridades civiles y religiosas de su entorno.

(En los días de juventud de quienes asistimos a la universidad de la experiencia también era frecuente confundir la autoridad del padre con la del jefísimo del estado y con la del papa así como trastocar a menudo en nuestras conversaciones los términos “el cura” y “el guardia”. ¿Dislexia, Analogía o Cruce?: difícil diagnóstico.)

No es extraño que la rebeldía se ahogue y se convierta alternativa y sucesivamente en cobardía, pusilanimidad, depresión, absentismo laboral y, al final, absentismo vital.

Demasiada responsabilidad sobre sus espaldas. Esto hunde a cualquiera.

¡Qué poquita cosa somos!




Autoestima por los suelos.    (Para ser más exactos, bajo la alfombra.) (¡No somos nadie!)

¡Perdón! No quiero molestar. Pero tampoco quiero que me molesten.

Otro poeta cantor pujó a la baja por la autoestima
blandiendo su copla al viento del bordón de una guitarra:

“Pase por frente al boliche
empujao por el destino
mas no quise dentrar
pa no entristecerlo al vino.”      (Jorge Cafrune)

Pero,  ya que somos tan poco, por lo menos que nos dejen un rincón de intimidad aunque sea junto al polvo, bajo la alfombra, como un ácaro más. Eso decidió Gregorio y eso mismo decidió Kafka. Ya que no se me oye, por lo menos que me dejen tranquilo. Yo haré por ellos lo que pueda desde aquí. Seguiré velando por sus buenas vidas y por sus felicidades simples inodoras e indoloras. En cuanto pueda me daré la vuelta, daré nuevas órdenes a mis patitas y les arreglaré todos sus asuntos para que puedan vivir cómodamente. Son mi familia y les quiero. Además no tengo otra.

«iQué vida tan apacible lleva la familia[U3] 

 “se sintió muy orgulloso de haber podido proporcionar a sus padres y a su hermana la vida que llevaban en una vivienda tan hermosa.”


 “¡Doctor! ¡Doctor! Oigo voces”   (Yo les oigo pero ellos no me oyen a mí.)

 “-son las siete menos cuarto. ¿No ibas a salir de viaje? ¡Qué dulce voz!”

No puede moverse de la cama como cualquiera de nosotros un lunes cualquiera.
¡Ahora me levanto! (pero no puedo, el cuerpo no me responde, me pesa demasiado, no puedo darme la vuelta, no puedo moverme ¿qué me pasa?)

(Tal vez si su madre le hubiera cantado una canción infantil al uso de la que nos cantaban a nosotros nuestros padres, algo así como a ésta, el desenlace del cuento habría sido distinto:
-Arriba, Juan, arriba Juan, vamos a la escuela.
-¡Oh! no, mamá, ¡oh! no, mamá, me duele la muela.
-Arriba Juan, arriba Juan, pasan los soldados.
-¡Oh! sí, mama, ¡oh! sí, mama, ya estoy levantado[U4] .”)

Pero a Gregorio no le gustaban tampoco los soldados ni a Kafka y mucho menos aún si iban vestidos con el uniforme del ejército austriaco.

Johnny cogió su fusil[U5] . Coma profundo.

A veces queremos ser escuchados pero nuestra capacidad de emisión es tan débil frente a la potente emisora que tenemos enfrente que nuestro pensamiento se borra incluso antes de convertirse en la necesaria idea previa a la formación de la palabra.

Y aún en el caso de que la idea llegara a formarse, no tiene poder suficiente para hacer vibrar la cuerda que da sonido al verbo.

El emisor es débil y el receptor es opaco y espeso.

Agobio, encierro, claustrofobia, impotencia. No hay manera de escaparse del cajón. Pero estoy vivo y nadie lo ve. ¿Es que no se me oye? ¿Es que nadie recibe mi señal?

Ancianos a quienes ya se les ha agradecido los servicios prestados, hijos pequeños cuyas opiniones no son importantes, enfermos con los que no se cuenta ni siquiera para tratar acerca de su enfermedad. ¿Alzheimer, también quizás? ¿Demencia senil?

-¿Qué sabes de aquel hombre rebelde y con espíritu luchador? Hace tiempo que no lo veo.
-No lo sé. Dicen que “chochea y está viejo.”


“El experto militar en comunicaciones  apuntó la posibilidad de que el paciente conociera el alfabeto Morse. Autorizado y apremiado por su superior consiguió mantener un diálogo fluido con el paciente. Por fin Johnny consiguió hacerse entender:
La mano temblorosa del traductor  escribió: "¡QUIERO MORIR, MÁTENME[U6] !"
(Texto extraído de un relato libre de Fernando Ortigosa Mora inspirado en la película de los años 70, Johnny cogió su fusil) http://www.le-es.com/narrativa_nuestros_johny.htm

Cuestión: ¿Cuando por fin conseguimos romper las barreras de la incomunicación obtenemos siempre el resultado que esperábamos?

El mismo Kafka, acosado por su enfermedad, también gritó:
¡Quiero morir, si no me mata es usted un asesino¡

Conectamos aquí con el  tema de la eutanasia y la muerte digna[U7] ,
Ramón San Pedro y Mar Adentro.


Ocurre, a veces, que el entendimiento entre dos personas, que se da aún siendo de la misma familia, es como el aplauso del protagonista de aquella historia que por causa de la enfermedad que afecta a la motricidad y al control de sus extremidades no consigue que sus manos, por más que lo intenta una y otra vez, logren encontrarse. Así de real y así de trágico.

Así le pasa a Gregorio, así le pasa a Kafka y quién diga que a él eso nunca le ha pasado que tire la primera piedra o que intente aplaudir, una vez al menos.

La incomunicación, la mala comunicación que produce malentendidos y desencuentros aboca a situaciones límite como la de verse convertido en un insecto, en un bicho, en un gusano y, en último extremo, a desearlo como única vía de escape y de salvación.

El temblor por la impotencia, el sentir que tus piernas no soportan el peso de todo tu cuerpo con su caparazón a cuestas, es razón suficiente para desear estar en otro espacio distinto del que ocupas en ese momento.

“Pensaba en su familia con cariño y emoción, su opinión de que tenía que desaparecer era, si cabe, aún más decidida que la de su hermana.”

Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga. (Joaquín Sabina)


Las dos caras de la Metamorfosis

En esta historia se producen dos metamorfosis simultáneas e inevitablemente unidas la una a la otra:
Por un lado la de Gregorio que se convierte en insecto. Por el otro la del resto de la  familia que sale desde su dependencia, su holgazanería y su vivencia a la sombra de Gregorio, quien les mantiene, hasta que consiguen la luz que otorga ser protagonistas de sus propias vidas.

Se han transformado de gusanos en mariposas previo  paso por la fase necesaria de crisálida.
Una cuestión queda en el aire:

 ¿El insecto repugnante en que se convierte Gregorio no será acaso también la mariposa, fase final de un proceso al que ha llegado desde una vida de gusano trabajador fabricante de sedas, devorador de hojas de col, de lechuga o de morera[U9] ?


Los hombres también lloran. 

 “El padre cerró el puño con expresión amenazadora, como si quisiera empujar de nuevo a Gregorio a su habitación, miró inseguro a su alrededor por el cuarto de estar, después se tapó los ojos con las manos y lloró de tal forma que su robusto pecho se estremecía por el llanto.”

Los padres también lloran.  Y se rasgan las vestiduras cuando un hijo no acepta el camino que se tiene trazado para él, cuando las expectativas de prolongación de su propia historia en la historia del hijo se frustran. La rabia e impotencia primera dejan paso a la indiferencia que es menos dolorosa y a la larga más anestésica. La tradición pesa como una losa.

La vergüenza por el sometimiento ante la opinión del resto de la tribu oprime y encarcela.
Por otro lado, cuando brota el llanto en el pecho, ya sea por rabia, por impotencia, por dolor o por arrepentimiento, éste es el primer paso para una transformación auténtica, renacimiento incluido, para una metamorfosis verdadera, lo que no sucede con un simple cambio de punto de vista.

Agradecimientos:  (Si te he visto no me acuerdo.)
 “En un momento dado puede uno ser incapaz de trabajar, pero después llega el momento preciso de acordarse de los servicios prestados y de pensar que después, una vez superado el obstáculo, uno trabajará, con toda seguridad, con más celo y concentración.”
Yo le debo mucho al jefe, bien lo sabe usted.
Por otra parte, tengo a mi cuidado a mis padres y a mi hermana.

¿Quién cuida de quién?

Entre la bondad y el autoengaño hay una línea fina y tenue apenas perceptible[U10] .

Nadie es imprescindible. A veces, quien se considera necesario es mucho más un estorbo que una ayuda. La metamorfosis se culmina en la familia cuando él, el soporte, desaparece.

“Que cada palo aguante su vela”.

Los cuidadores necesitan sus cuidados. Sacrificar la vida propia por la de otros perjudica seriamente la salud, como el tabaco. Cada cual debe de cuidar de sí mismo.

La metamorfosis se manifiesta cuando nadie te cuida y a nadie tienes que cuidar. Mientras tanto estás dentro del capullo.


Demasiada carga agota al asno. Echarse más responsabilidad de la que te corresponde a las espaldas te convierte en un animal de carga y, a la larga, en un escarabajo con excesivo trabajo o lo que quiera que fuese el bicho en que se convirtió Gregorio.

El mundo se transforma a base de metamorfosis continuas. Y los individuos que lo pueblan individualmente también.

Las crisis colectivas producen crisis individuales. Estamos en tiempos de crisis. Es el momento ideal para las metamorfosis. Si no hay metamorfosis no hay salida de la crisis. En esta sociedad nuestra hasta que no muere el desgastado y abatido Gregorio no hay transformación posible.

Y después de todo no todo es tan malo; incluso la joven puede tener un futuro prometedor.

 Enterremos al bicho. El ya hizo su trabajo[U11] . Ahora sólo es un lastre. Es ley de vida: el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Los frutos del árbol deben volver a la tierra para ser sembrado pero la cascarilla que los protegió y los tuvo dentro durante su gestación debe de ser ofrecido en sacrificio al fuego. Ya no sirve.
Al menos nos dará calor y, ¿quién sabe?, como si de un milagro póstumo se tratara, de entre sus llamas puede aparecer majestuosa un ave fénix.






A otra cosa, Mariposa.


“En este estado de apacible y letárgica meditación permaneció hasta que el reloj de la torre dio las tres de la madrugada. Vivió todavía el comienzo del amanecer detrás de los cristales. A continuación, contra su voluntad, su cabeza se desplomó sobre el suelo y sus orificios nasales exhalaron el último suspiro.”
Y agonizó en voz baja por cortesía. (Joaquín Sabina)


“¡Fíjense, la ha diñado, ahí está, la ha diñado del todo!
¿Muerto?
- Bueno - dijo el señor Samsa -, ahora podemos dar gracias a Dios
A pesar de lo temprano de la mañana, ya había una cierta tibieza mezclada con el aire fresco.
Ya era finales de marzo
Después, los tres abandonaron el piso juntos, cosa que no habían hecho desde hacía meses, y se marcharon al campo, fuera de la ciudad, en el tranvía.
El vehículo en el que estaban sentados solos estaba totalmente iluminado por el cálido sol.

(“…Y se vieron las estrellas” )  

 “…hablaron de las perspectivas para el futuro y llegaron a la conclusión de que, vistas las cosas más de cerca, no eran malas en absoluto.”
“…al ver a su hija cada vez más animada, que en los últimos tiempos, a pesar de las calamidades que habían hecho palidecer sus mejillas, se había convertido en una joven lozana y hermosa.”

“…y estiró su cuerpo joven.”

 ( “...Y al final… Esperanza[U12] ”)



Fin de La Metamorfosis:

(Ha nacido una nueva Mariposa Monarca.)





El efecto mariposa.

Cuando la nueva monarca estrenó sus alas, las contempló un breve instante, después se asombró, más tarde se extasió con su belleza y por fin se decidió a batirlas. No fue consciente en ese momento ni nunca del poder de su acto. Primero fueron las estatuas milenarias convertidas en arena para elevar un milímetro el nivel del desierto. Le siguió la destrucción a pares de la torre herida por el rayo. Un tsunami barrió de bañistas molestos las playas tranquilas del Índico. Un terremoto dejó sin tapias a un país que nunca las tuvo. De las entrañas de la tierra brotó la tos, por un catarro mal curado, del señor de los abismos a través de  las rendijas de la isla boreal obligando a las moscas a dejar de volar.

Y en Pequín llovió, por fin.

Pobre Martín, pobre miseria,
cava la tierra busca su pan.
Cuando la muerte le haga un guiño
para que deje el trabajar
se cavará su propia tumba
y en medio de ella irá a parar.
(George Brassens)


Queridísimo profesor:

Voy a echar de menos tus glosas en la cuneta y en el arcén de mi carretera de papel.
Se acabaron las clases y el soporte digital, como si de otra metamorfosis se tratara, sustituye al lento carromato tirado por el viejo caballo que fue de Miguel Strogoff[U13] .
Guardaré tus anotaciones manuscritas como oro en paño con intención de subastarlas al mejor postor el día que tu nombre se escriba con letras indelebles junto a los de Vargas Llosa y Saramago, por poner dos ejemplos recientes.
Como traidor ya me conozco el camino hasta la novena esfera. Esta vez no necesito guía[U14] .
Como pelota espero tener una silla disponible en cualquiera de las terrazas del purgatorio. No aspiro por el momento a más. Dicen que sirven buen café.



Kafka, escribidor de diarios, reflexivo por obligación, sabía del  poder del batir de alas de la mariposa. Y se asustó. Por eso quiso, tras su fuga, que borraran todos sus archivos, que quemaran todos sus escritos. Su amigo no le hizo caso y el mundo que habitamos seguramente habría sido distinto.
Probablemente peor, como en la película “Qué bello es vivir”.
Gracias al amigo.


Llegado a este punto, yo también dudo si no será mejor cerrar este documento, olvidarme de todo lo que he escrito,  darme media vuelta, esconderme sigilosamente debajo de la alfombra y, junto a Kafka, esperar La Venida de la Aspiradora el Día de la Gran Limpieza Final.
Pero, en fin, se supone que esto es una ficha de lectura de la clase de Creatividad Literaria y, por lo tanto, un trabajo de obligado cumplimiento que estoy obligado a presentar.
Alea jacta est.

Julio Fidel Díez Reinares






VALORACIÓN: SOBRESALIENTE 10
Yo también voy a echar de menos tu creatividad, tu forma personal de enfocar estas tareas y estas redacciones chispeantes de sugerencias.

Así que: gracias por todo.

De cualquier forma esto no es una despedida, ¿eh? Según mis datos, me faltan todavía dos fichas tuyas: las de Shakespeare y Goethe.







 [U1]NO ES MALA EXPRESIÓN, DESDE LUEGO


 [U2]ES POSIBLE


 [U3]ASÍ ES


 [U4]NO LA CONOCÍA


 [U5]TERRIBLE


 [U6]ESTREMECEDOR


 [U7]GREGORIO SE DEJA MORIR


 [U8]ASÍ ES


 [U9]NO ESTÁ MAL PENSADO


 [U10]LA IMPACIENCIA DEL CORAZÓN


 [U11]ASÍ ES


 [U12]PARA LOS QUE QUEDAN, CLARO


 [U13]ESTUPENDA NOVELA


 [U14]ESTO ES LO MEJOR QUE PODRÍA PASAR