sábado, 14 de septiembre de 2013

Agradecimiento

Llegué náufrago a vuestra playa tras hundirse mi patera de navegante solitario.

Intenté aferrarme a la Barca de Caronte pero fui empujado a los abismos por su larga pértiga carente como estaba del obligado óbolo con el que pagar mi pasaje.


Viajé de polizón en el vientre de Moby Dick hasta que me liberó de mi prisión el arpón certero del cazador Acab.


Me recogisteis varado en la arena y me acogisteis como a un ciudadano más entre vosotros.

Únicamente “Gracias”.

sábado, 18 de mayo de 2013


Búsqueda...


No hay quien no busque su lugar en el mundo.
No hay quien no busque su momento en el tiempo.
No hay quien no busque su isla ni su sol en el horizonte.
No hay quien no se busque en los ojos del ser amado.



viernes, 26 de abril de 2013



Pasaba por aquí… y entré.

Tenía miedo, mucho miedo. La timidez natural que con frecuencia me atenaza y me deja literalmente paralizado me impide, después de tocar el timbre, esperar a que me abran la puerta. Normalmente salgo corriendo antes de que me pregunten qué quiero, qué vendo, a quién busco o qué se me ha perdido por allí.

Esta vez no lo hice, no sé muy bien por qué, pero no me arrepiento. La Universidad de La Experiencia ha sido el mejor método de autoayuda que he encontrado. Salgo renovado…y mucho más sabio. También tres años más viejo pero… ¿a que no se me nota?

El profesorado es excelente, el abanico de materias completísimo. Si tenía alguna laguna en mi bagaje cultural antes de entrar, y os aseguro que sí la tenía (más bien un lago), ahora lo máximo que me queda es algún charco residual… y está en fase de evaporación. En fin: Un lujo.

Este es mi testimonio, verdadero, que de pequeño me enseñaron a no levantar falso testimonio ni mentir.

Lo digo para que conste… y lo mantengo.

(Y lo sostengo…
y lo defiendo, si es preciso,
con el valor de mi espada
y con mi pluma afilada.)