...y entré en la Universidad de la Experiencia de La Rioja. No encontré un lugar más discreto, secreto y provechoso para esconderme. Me seguían, me perseguían. Ya no me siguen... ni me persiguen... Les he despistado. Ahora, agazapado tras mi pupitre, en un rincón del aula, en el último rincón, oigo y escucho con atención: Aprendo...
No hay quien no busque su lugar en el mundo. No hay quien no busque su momento en el tiempo. No hay quien no busque su isla ni su sol en el horizonte. No hay quien no se busque en los ojos del ser amado.